SOBRE LA ORIENTACIÓN

Los egresados de nuestra institución obtienen el título de Bachiller en Comunicación.

En ese marco, a la hora de hablar sobre el proyecto, podemos destacar que la comunicación no puede pensarse como un mero y único fenómeno de intercambio de mensajes, sino que debe ser abordada como productora de sentido cultural, en el marco de las interacciones sociales. Lejos de la perspectiva instrumental que acompañaba la ideología neoliberal, y se centraba de una manera reduccionista en los medios y en los mensajes, en la utilidad de los dispositivos tecnológicos y, en última instancia, en el premio a la acumulación y al consumo, aquí se pretende centrar la atención en los intercambios entre los sujetos y entre éstos y las instituciones; es decir, en la construcción comunicativa de la realidad social y al encuentro y al aprendizaje entre diferentes.

El mundo está en transformación acelerada y la materia prima para el cambio es la información, pero no la información entendida como “noticia” sino en tanto unidad mínima de comunicación. Y no se habla aquí de innovaciones tecnológicas, que sí las hay y en cantidad creciente, sino del sentido que se le da a dichas tecnologías de la información y la conectividad y, por ende, a los nuevos lenguajes que de ellas emergen.

Se trata de no reducir la comunicación únicamente al fenómeno de los medios, porque a través de esta óptica parcializada se tiende a circunscribir la expresión comunicacional a la tecnología, y con la tendencia a reducir la tecnología a un factor políticamente neutral se limita al estudio de la comunicación al uso de aparatos. En esta lógica se inscribe la propuesta que se ofrece desde los Observatorios. Su objetivo no es analizar el fenómeno de la producción mediática en sí mismo, sino el vínculo que mantienen los procesos de comunicación mediática con aspectos culturales o sociales específicos y con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Esta Orientación propone superar la identificación de la comunicación con la tecnología y comprender que se trata de un fenómeno que está esencialmente planteado sobre la base de la existencia de un “otro”.

Entre los propósitos, podemos destacar

• Favorecer la formación de comunicadores capacitados en la comprensión del mundo y su expresión.

• Construir un espacio para hablar, escuchar, leer y escribir en el contexto de los nuevos lenguajes de la comunicación.

• Proporcionar categorías de análisis que permitan pensar la comunicación en su plurisignificación y en sus diversas dimensiones (semiótica, lingüística, política, económica, etcétera).

• Propiciar prácticas institucionales destinadas a que los estudiantes puedan socializar sus producciones, actuar como comunicadores y considerarse parte integrante y activa de la comunidad a la que pertenecen, así como responsables de la transformación social.

• Generar actividades y espacios para que los estudiantes adviertan y analicen la significación social y política de las prácticas comunicativas propias y ajenas: cine-debates, foros de discusión, laboratorios de análisis de medios, jornadas de discusión sobre temas públicos, asambleas de análisis de casos, etcétera.

• Aportar recursos, propuestas didácticas y materiales de trabajo que pongan en contacto a los estudiantes con diversos medios y formatos periodísticos (diarios, revistas, noticieros, documentales, etc.), propiciando un constante análisis del contenido explícito e implícito de los textos divulgados a partir de los medios de comunicación.

Los contenidos de la Orientación en Comunicación se organizan de tal manera que no solamente van ganando en amplitud los abordajes específicos, sino que el enfoque multidisciplinario propio de lo comunicacional permite la interpenetración de sus contenidos en gran parte de las materias comunes a partir del cuarto año, en que se adicionan las materias específicas.

El modo de organización curricular de la Escuela Secundaria contempla el desarrollo de materias comunes que si bien se distribuyen a lo largo de los seis años del ciclo hacen de los tres primeros su lugar de exclusividad para dar paso, a partir del cuarto año, a espacios propios de la orientación. Siguiendo esta estructura curricular, la Orientación propone una adaptación inicial al ciclo y a las particularidades temáticas de la Escuela Secundaria, para ingresar a medida que se avanza en el Ciclo Superior al abordaje gradual y creciente de los contenidos específicos.

La propuesta contempla, en consecuencia, la construcción de un sólido andamiaje teórico que clarifique el sentido social de la comunicación, su transdisciplinariedad y su amplio abanico temático y donde las prácticas no sean solo un catálogo de técnicas expresivas, sino que adquieran sentido para los estudiantes. En pos de este objetivo, en el lineamiento de los espacios disciplinares que vertebran la Orientación se ha buscado desarrollar en toda su dimensión la visión holística de la comunicación que aquí se propone.

En cuarto año, Introducción a la comunicación plantea los lineamientos generales y específicos de lo que constituye el soporte teórico de esta perspectiva y ofrece un primer acercamiento a los aspectos que luego serán profundizados en el resto de las materias de la Orientación. A esto se suma Psicología, una materia específica de las ciencias sociales inserta en una Orientación en la que los procesos internos de las personas juegan un rol trascendente, ya sea como productores o como receptores dentro del fenómeno comunicacional.

En quinto año, la materia Comunicación y culturas del consumo busca incluir en los estudios comunicacionales expresiones del marketing y la publicidad estrechamente vinculadas con nuestra vida cotidiana. El haber considerado tradicionalmente a estas expresiones como parte integrante de la economía ha sido un persistente error disciplinar que logró vaciar de contenido intencional dichas manifestaciones; de allí que el objetivo sea reconocer la esencia social y comunicativa que sustenta tanto al marketing como a la publicidad y su inserción en el fenómeno cultural del consumo.

El Observatorio de comunicación, cultura y sociedad, por su parte, es un espacio para el entrecruzamiento de fenómenos comunicacionales y su correlato en la cultura y la sociedad desde una perspectiva analítica que aborde casos concretos en los que el proceso comunicacional adquiere la densidad de lo real y el vínculo significativo con la vida cotidiana de las nuevas generaciones. El Observatorio de Medios, en tanto, se orienta al conocimiento de los contextos de producción de mensajes y de inserción de las industrias culturales en la generación de sentido, permitiendo penetrar en la lectura, análisis y comprensión de dichos productos culturales, sobre la base de la diversidad de lenguajes, géneros, formatos, propuestas y proyectos, tanto de índole privada como pública.

En sexto año, la materia Comunicación y transformaciones culturales del siglo XXI parte de asumir que en tanto espacio de estudio particular la comunicación se encuentra íntimamente relacionada con la construcción cultural que sustenta el pensamiento de nuestro tiempo. En este sentido, comprender los lineamientos de la visión general de la vida y el universo que responde al siglo XXI constituye un presupuesto básico para llevar adelante el estudio de la comunicación.

De cara al acelerado y persistente proceso de innovación tecnológica del siglo XXI, el Taller de producción en lenguajes parte de considerar que los nuevos lenguajes significan nuevas formas de ver y expresar el mundo, reconociendo como factor fundamental la convergencia de sus desarrollos. Y en esa confluencia se van generando nuevos lenguajes vinculados con fenómenos centrados en la digitalización, tales como el hipertexto, los videojuegos, las comunidades virtuales, la expresión audiovisual y las hibridizaciones lingüísticas.

Por último, el Taller de comunicación institucional y comunitaria se presenta como un espacio sintetizador de la Orientación donde se ponen especialmente en juego distintas problemáticas de la comunicación: la comunicación en el barrio y en el país, la cultura del otro y las culturas populares –que suelen circular como culturas subalternas– y, en particular, el rol del comunicador como agente de transformación social y cultural.

Las materias orientadas tienen una lógica de coherencia temática así como una transversalidad que implica, a medida que se avanza en el Ciclo, la profundización y la complejización de los conceptos y los tópicos que estructuran la Orientación. Acorde a esto, la estrategia de enseñanza deberá estar íntimamente vinculada con la propuesta que esta Orientación desarrolla, es decir, con la interacción entre los lenguajes tradicionales y los nuevos, la tendencia a la libre circulación de información, el reconocimiento del otro, la diversidad expresiva y la perspectiva crítica.